Que la Academia haya decidido volver a poner en manos de Corbacho las riendas de la gala de los Goya no parece reprochable. Entre otras cosas, porque el año pasado no vi la ceremonia y, por tanto, no puedo opinar a ese respecto. Pero el motivo por el que me negué a sentarme frente al televisor en 2007 sí que me parece reprochable, indignante incluso. Más aún cuando un año más tarde vuelve a repetirse.
¿En qué país se ha convertido España si la televisión pública "se ve obligada" a retransmitir una entrega de premios con 30 MINUTOS de retardo? ¿Tanto miedo tienen a los actores? Ya se sabe, esta gente de la farándula... ¿Qué piensan que pueden decir? ¿Qué les da tanto miedo?
En fin... Volveré a quedarme sin ver la gala.
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